miércoles, 10 de febrero de 2010

MANUEL OCTAVIO BERMUDEZ "EL MONSTRUO DE LOS CAÑADUZALES" (COLOMBIA)

Biografia:
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El 6 abril de 1999 cuando fueron encontrados los restos de un niño en la hacienda Papayal de Palmira. En esa época el país entero hablaba del mayor homicida en serie del mundo: Luis Alfredo Garavito, 'La Bestia', quien violó y mató a más de cien niños en todo el país. Las autoridades del Valle del Cauca pensaron que el niño encontrado había sido víctima de Garavito. Desconocían que estaba naciendo otro despiadado criminal.
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Ese mismo año, en agosto, también en Palmira, encontraron otro niño. Al año siguiente, en mayo, fue hallado otro menor. Finalmente, entre 1999 y el 2003, los hallazgos se elevaron a 17 cadáveres, encontrados en cañaduzales de Palmira, Pradera, Yotoco y Tuluá.
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Más de cuatro años llevaba un grupo especializado buscando al asesino de niños que sembró la muerte y el terror en el centro del Valle. Este grupo, en el cual había científicos altamente calificados, recolectó y analizó muchas evidencias sobre el asesino en serie de los cañaduzales en medio de la investigación forense y policial.
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A pesar de esto admiten que el hombre logró engañarlos con rastros y pistas falsas que generaron un perfil errado. El miércoles 16 de julio la mamá de Luis Carlos Gálvez avisó a la policía de Pradera sobre la desaparición de su hijo de 12 años. El mismo día se hizo cargo de la investigación el grupo especializado, conformado por la Dijin de la Policía, el Instituto de Medicina Legal y el CTI.
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La primera pista que obtuvo la desesperada madre de Luis Carlos fue a través de un vendedor de paletas y helados quien les manifestó que el día anterior había visto al menor en compañía de otro vendedor recién contratado por la empresa. De inmediato las autoridades desplegaron brigadas por las calles de Pradera en busca del vendedor de paletas señalado. No fue difícil hallarlo, horas después, voceando su mercancía por las calles del pueblo.
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Después de capturar al supuesto asesino el grupo encargado de la investigación allanó una vivienda del barrio El Cairo donde éste había alquilado, pocos días antes una diminuta habitación. En el lugar los investigadores encontraron recortes de periódico con informes sobre las muertes de los niños, cuyos cuerpos fueron encontrados en similares circunstancias, jeringas y algunas sustancias que fueron analizadas. Pero la prueba contundente fue el hallazgo del reloj de pulsera que usaba Luis Carlos el día de su desaparición. En la billetera del capturado descubrieron un pedazo de empaque de Roxicaína Lidocaína, medicamento hallado en abril de ese mismo año junto al cuerpo de José Miguel Figueroa, en Yotoco.
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Confrontado con esta prueba el homicida confesó el asesinato y señaló el lugar del cañaduzal donde dejó el cuerpo sin vida. Dramática confesión El hombre capturado fue identificado como Manuel Octavio Bermúdez, nacido en Trujillo, Valle, de 42 años y padre de dos hijos. Fue llevado desde Pradera hasta Cali donde se le practicaron múltiples pruebas con el fin obtener certeza sobre su culpabilidad y cuantificar el número de víctimas.
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De la forma más aterradora Bermúdez narró cómo conseguía a sus víctimas, entre los 9 y 13 años, en los mercados móviles, galerías y les ofrecía diez mil o quince mil pesos para que lo acompañaran a cortar espigas de caña. Una vez allí a algunos de ellos les inyectó una sustancia para adormilar sus piernas y que no escaparan o los amenazaba con un cuchillo. Eran niños de pocos recursos que trabajaban o pedían plata para ayudar a sus familias.
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A pesar de que durante el primer interrogatorio este hombre manifestó con frialdad, "Sí, violé y maté a los niños", el CTI decidió mantener la prudencia e iniciar una serie de pruebas como el ADN, muestras de sangre y análisis siquiátricos, para determinar si en verdad este es el "monstruo de los cañaduzales".
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Una delegación de fiscales, científicos y agentes del CTI, así como la directora de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación llegaron a Cali para acompañar de cerca la evaluación de las evidencias, estudiar la confesión y judicializar al asesino.
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Paradójicamente, el caso llegó al Juzgado Tercero del Circuito de Palmira, el mismo despacho que en mayo del 2000 condenó a Bermúdez a cinco años y cuatro meses de prisión por la violación de un niño. En esa oportunidad también aceptó su culpa. Esa captura explicaría luego por qué entre los primeros meses del 2000 hasta noviembre del 2001, tiempo en el que estuvo preso Bermúdez, no fueron encontrados niños en los cañaduzales. Pero los antecedentes de este hombre no quedaron allí. En 1988 fue condenado, también en Palmira, a 16 meses por corrupción de menores. En su última pena, el Juzgado Tercero lo condenó a 56 años de cárcel por el homicidio de Luis Carlos Galvis y la violación del otro menor. Pero como 'El Monstruo de los Cañaduzales' confesó sus crímenes la sentencia se redujo a 26 años y ocho meses.
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Manuel Octavio Bermúdez habría declarado que tuvo contacto con más de 50 niños de la región. Esta última confesión señala el comienzo de otra etapa en la abrumadora investigación judicial: el reconocimiento y la identificación, con la ayuda del criminal, de los menores que aún están reportados como NN, y la entrega del cadáver del niño Andrés Felipe Serna Useche, primera víctima de Bermúdez.
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Los familiares de los niños asesinados podrán por fin darle cristiana sepultura a los pequeños y aliviar en algo su dolor. También manifestaron que es importante esta captura porque con ella se pone fin al terror que se había apoderado de los pobladores del centro del Valle.

8 comentarios:

  1. Es un desgraciado se lo debieron haber entregado a la poblacion de valle para que lo quemaran vivo esa lacra no merece vivir para que ? alimentar a ese delincuente.

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  2. que no manchen en su supermercado te rovas algo y te4 quieren echar 10 años te rovas algo en una igleci y te quieren linchar y que es lo que pasa con estas personas solo 26 años por violar sodomisar y asesinar a 50 niños deveras que las leyes son turbias y retorcidas en todo el mundo.

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  3. yo soy partidario de practicar una caceria personalizada entregandoselo al pueblo para que sea exterminado a golpes y si queda agonizando echarle gasolina y prenderlo para que grite del dolor y pues satisfacer muchos placeres de personas nobles que estamos cansados de esta clase de basura, para los que viven en Cali valle ojala opinen acerca de cazar ladrones y envenenarlos como alguien lo hizo con los asquerosos ladrones del calvario que rico que los expulsen de ahi para recuperar el centro y que pueda al menos el Mio lucir elegante

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  4. aterradora historia.la escuche por primera vez en un documental de Discovery channel llamado Instinto Asesino. me parece que estos monstruos su peor castigo es el tormento de los fantasmas de todas su victimas

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  5. Definitivamente este país (Colombia) es paupérrimo y atrasado hasta para aplicar justicia, como es posible que una lacra como esta obtenga una pena tan baja y que tenga expectativas de salir nuevamente a la calle a seguir violando y matando niños, la verdad no tiene lógica y la vida de las personas no vale nada en este país.

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  6. Pero como los hijos eran de padres humildes no de jueces fiscales alcaldes solo podemos decir q esta sociedad es corrupta hasta para aplicar sus leyes y asi quieren q creamos q esto tiene solucion la historia solo corrobora q no somos capaz de dirigirnos nossotros mismos

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  7. KATRIN 23 DE MAYO DE 2012:

    PARA UNA PERSONA DE INESCRUPULOSOS PENSAMIENTOS AUNQUE SE ARREPIENTA Y POE MAS QUE SE META A UNA RELIGION COMO GARAVITO NO VAN A DEVOLVER LA VIDA DE LOS NIÑOS, Y DONDE ESTAS LAS LEYES DE ESTE PAIS QUE PARA ALGUIEN QUE ROBA ALGO MUY PEQUEÑO ES LA MISMA CONDENA PARA QUE EL QUE VIOLA Y ASECINA UN TIEMPO ASI EN UNA CARCEL NO VASTA DEBERIAN DARLES CADENA PERPETUA. "LA VIDA NO ES DE ARREPENTIMIENTOS SINO DE ACTOS"

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  8. Esto es el ejemplo que están recibiendo nuestros niños y jóvenes, que el crimen si paga, porque hay impunidad para los delincuentes, que asesinas, torturas y violas y no pasa nada, recibes una condena mínima y la posibilidad de salir de prisión mucho antes, estar en un centro de reclusión comiendo y durmiendo y no haciendo nada, no pues muy bueno todo gratis, increíble lo que ocurre en Colombia.

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